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martes, 19 de mayo de 2020

La verdadera cara de Tutankamón

El joven faraón tenía caderas de niña, pie zambo y dientes salientes según la "autopsia virtual" que también revelaba que sus padres eran hermanos. Si te gustó, no te pierdas este post sobre la maldición de Titankamon.

La verdadera cara del Rey Tut

La verdadera cara de Tutankamón

Con rasgos fuertes en oro bruñido, la máscara funeraria de Tutankamón proyecta una imagen de majestuosa belleza y poder real. Pero en carne y hueso, el rey Tut tenía problemas mentales notorios, un pie zambo y caderas de niña, según el examen más detallado de los restos del antiguo faraón egipcio. Y en lugar de ser un niño rey enamorado de las carreras de carros, Tut confió en bastones para moverse durante su gobierno en el siglo XIV a. C., dijeron los investigadores.

Se realizó una 'autopsia virtual', compuesta por más de 2,000 escaneos informáticos, junto con un análisis genético de la familia de Tutankamón, que respalda la evidencia de que sus padres eran hermanos y hermanas. Los científicos creen que esto lo dejó con discapacidades físicas desencadenadas por desequilibrios hormonales Y su historia familiar también podría haber llevado a su muerte prematura en su adolescencia.
Varios mitos sugieren que fue asesinado o estuvo involucrado en un accidente de carro después de que se encontraron fracturas en su cráneo y otras partes de su esqueleto. Ahora los científicos creen que pudo haber muerto de una enfermedad hereditaria porque solo uno de los descansos ocurrió antes de morir, mientras que su pie zambo habría hecho imposible la carrera de carros.

Las revelaciones se hacen en el documental de BBC One Tutankamón: The Truth Uncovered, que se transmite el próximo domingo. Albert Zink, del Instituto para las Momias y el Hombre de Hielo en Italia, descifró la verdad sobre los padres del gobernante al estudiar el ADN de la familia real. Descubrió que Tut nació después de que su padre Akhenaton, apodado el rey hereje, tuvo una relación con su hermana. El incesto no estaba mal visto por los antiguos egipcios y no sabían sobre las implicaciones para la salud de ninguna descendencia.

Hutan Ashrafian, profesor de cirugía en el Imperial College de Londres, dijo que varios miembros de la familia parecían haber sufrido dolencias que pueden explicarse por desequilibrios hormonales. Él dijo: ‘Muchos de sus predecesores familiares vivieron hasta una edad avanzada. Solo su línea inmediata moría temprano, y morían antes cada generación ".

El radiólogo egipcio Ashraf Selim: ‘La autopsia virtual muestra que los dedos de los pies son divergentes, en términos simples es pie zambo. Habría cojeado mucho. Solo hay un sitio donde podemos decir que ocurrió una fractura antes de morir y esa es la rodilla ".

La evidencia de las limitaciones físicas del Rey Tut también fue respaldada por 130 bastones usados ​​encontrados en su tumba.

Fuente: history.tv (documental)

jueves, 5 de septiembre de 2019

La momia quemada del Faraón Tutankamon

Hace algunos años el doctor Chris Naunton, director de la Sociedad de Exploración de Egipto, dió a conocer los resultados de su investigación sobre la muerte de Tutankamón.
En las imágenes de un tac realizado en 2005, que han ayudado en la investigación, revelaron un daño extremo en la caja torácica, así como una fractura en la pierna.
Llegando a la conclusión de que un carro atropellara al faraón mientras estaba de rodillas, rompiéndole las costillas y la pelvis, y aplastando su corazón. De este modo, la investigación también arroja luz a otro de los misterios de la momia, el de por qué era la única de un faraón que no conservaba el corazón.
Una arqueóloga forense utilizó un microscopio electrónico de barrido, que determinó que la carne había sido quemada. Esta investigación confirmo ademas que el cuerpo de Tutankamón se incendió mientras estaban sellando el ataúd
En la tumba del faraón se encontraron gran cantidad de resinas y aceites que se vertieron sobre la momia de Tutankamón para prepararlo para la eternidad, podrían haberse incendiado de alguna manera después de que la momia hubiera sido introducida en varios ataúdes sellados.
Al parecer, los aceites de embalsamamiento combinados con el calor de la tumba y el lino causó una reacción química que «cocinó» el cuerpo del rey a temperaturas de más de 200 grados centígrados.
Esta conclusión se basa en pruebas realizadas a un trozo de la carne del faraón, que al parecer se hizo en 1968. La momia de Tutankamón es, de hecho, muy oscura, pero ¿fue el fuego lo que lo convirtió en un faraón frito?
Las conclusiones son; En primer lugar, que el faraón habría muerto en un accidente «de tráfico» y en segundo, que su cuerpo sufrió una combustión espontánea después de ser embalsamado.

La momia quemada del Faraón Tutankamon

El 26 de noviembre del año 1922, los arqueólogos británicos Howard Carter y Lord Carnarvon se convertían en las primeras personas en ingresar a la tumba del faraón Tutankamón, después de permanecer sellada durante más de 3 mil años. Dentro de la cámara funeraria, fueron hallados diferentes objetos de incalculable valor, entre ellos un ataúd de oro que contenía a la momia del rey, en perfectas condiciones de preservación. Tutankamón fue coronado en el año 1.333 a. C., cuando era apenas un niño; una década más tarde, a los 18 años de edad, falleció presuntamente a causa de un accidente con un carro tirado a caballo.

jueves, 11 de abril de 2019

La Maldición de Tutankamon

La Maldición de Tutankamon es una maldición conocida en todo el mundo. Cuando el arqueólogo Howard Carter descubre la tumba de Tutankamon en el año 1922 comienzan a suceder varias tragedias y muertes sin explicación alguna.

La noche del 4 de abril de 1923, Lord Carnarvon, quien había financiado la excavación y estuvo presente el día en que se abrió la tumba, falleció a causa de una neumonía fulminante, detonada por una septicemia ocasionada por la picadura de un mosquito. Se cuenta que a la misma hora de su muerte en el Cairo hubo un gran apagón que dejó a oscuras la ciudad y, en Inglaterra, su perro aulló misteriosamente para luego caer fulminado en su casa en Hampshire. Para abonar el terreno a las coincidencias, al proceder a la autopsia de la momia se encontró que justo donde el mosquito había picado a Lord Carnarvon, Tutankamón tenía una herida.

A la muerte de Lord Carnarvon siguieron otras. En septiembre su hermano Aubrey Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, murió inexplicablemente en cuanto volvió a Londres. Arthur Mace, el hombre que dio el último golpe al muro para entrar en la cámara real, murió en El Cairo poco después, sin ninguna explicación médica. Sir Douglas Reid, que radiografió la momia de Tutankamón, enfermó y volvió a Suiza donde murió dos meses después. La secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al enterarse de la noticia. Un profesor canadiense que estudió la tumba con Carter murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo. George Jay Gould, amigo de Carnarvon, se trasladó a Egipto, después de la muerte de su amigo, para ver el lugar con sus propios ojos. Murió de neumonía después de resfriarse tras visitar la tumba. Richard Bethell, que había ayudado a Carter a clasificar el tesoro, murió a los 49 años de edad, al parecer suicidado. Meses después, su padre, lord Westbury, se quitó la vida en Londres, al arrojarse por la ventana de su habitación. En su dormitorio tenía un jarrón de alabastro procedente del sepulcro de Tutankamón.

Los textos y escritos que apoyaban la teoría de la maldición no sólo se basaban en la muerte de Carnarvon y otras personas, sino en el hecho de que el día en que Howard abrió la tumba, una cobra se comió a su mascota, un canario (las cobras en el antiguo Egipto protegían a los faraones).

La presunta maldición reapareció en las décadas de 1960 y 1970, cuando algunas de las piezas encontradas en la tumba de Tutankamón se trasladaron a varias exposiciones temporales organizadas en museos europeos. Los directores del museo de entonces murieron poco después de aprobar los traslados. La última víctima atribuida a la maldición fue el actor inglés Ian McShane (famoso por personificar a Judas Iscariote en la película “Jesús de Nazareth”, de Franco Zeffirelli), quien durante la filmación de un película en los años ochenta sobre la supuesta maldición, sufrió un grave accidente: su coche se salió de la carretera y se rompió gravemente una de las piernas.
Muchos autores niegan que hubiese una maldición escrita, pero otros aseguran que Carter habría encontrado en la antecámara de la tumba un ostracon de arcilla cuya inscripción decía: «La muerte golpeará con sus alas a aquel que turbe el reposo del faraón»

La Maldición de Tutankamon